Renacer de entre las cenizas. Levantarme como el suave aroma de la tierra húmeda. Abrir mis pétalos al amanecer.
Revivir. ...................................
Las cosas han adquirido tonos extraños en estos últimos días. El Unicornio y yo celebraremos nuestro aniversario separado y le he comentado que estoy en fase curiosa. El dice que si hacer alguna de esas cosas me hace feliz, que no tiene problema pero, que no me queje si él hace lo mismo.
Lo extraño es que al imaginarmelo con otra, no me sentí celosa. Si él también siente curiosidad, creo que lo más sano es que descubra por si solo lo que necesita. Creo que es sano para la relación y que nos fortalecerá.
Igual es que me estoy yendo al carajo sin frenos, ni cambios de marcha. Igual es que necesito algo más.
La noche en que soñé con el Felino pensé que las cosas podían ser pero, creo que me equivoqué. El Felino ha cambiado y mucho. Yo lo recordaba menos materialista y más emocional. Creo que sin lugar a dudas mis sueños me engañan demasiado.
Otra cosa que me tiene consternada es que el Centauro se va a casar. Pensar que pude haber sido yo me inquieta y me hace sentir curiosidad pero, no es algo de lo que me arrepienta. Yo no le susurro a los caballos y si ha encontrado a su amazona, me alegro mucho por él. Sólo espero que no pase de ser amazona a conducir el trineo de Santa Claus.
Hoy estoy en modalidad arpía y ganas no faltan de comerme al primer incauto.
Necesito alguien que me emparche un poco y que limpie mi cabeza. Que cocine guisos de madre, postres de abuela y torres de caramelo.
Que ponga tachuelas en mis zapatos para que me acuerde que voy caminando y que cuelgue mi mente de una soga hasta que se seque de problemas y me lleve.
Y que este en mi cama viernes y domingo para estar en su alma todos los demás días de mi vida.
Y que me quiera cuando estoy, cuando me voy, cuando me fui. Y que sepa servir el te, besarme después y echar a reír.
Y que conozca las palabras que jamás le voy a decir y que no le importe mi ropa si total me voy a desvestir para amarla, para amarla.
Si conocen alguien así, yo se los pido, que me avisen porque es así totalmente quien necesito.
Escuchando Sui Generis y caminando por las oscuras calles de La Gris, estabamos tú y yo como hace quince años sólo que más cambiados.
Tú ibas a decirle por fin a tu madre y a tu familia que me querías y que te importaba un carajo que todos se opusieran a lo nuestro. Que nos amabamos y que no podiamos estar separados por más tiempo.
El Unicornio miraba a través de una ventana resignado pero, ya le había dicho que realmente a quien amaba era a ti. Los pequeños duendes estaban en mi refugio y tú y yo caminabamos de la mano proclamando nuestro amor al mundo. Me abrazaba a ti porque sabía que si me alejaba un poco todos aquellos que buscaban separarnos lo lograrían. No has cambiado mucho y sin embargo era lo suficiente como para poder enfrentarnos juntos a lo que vendría.
Nuestras familias lo aceptaron, el Unicornio lo aceptó y se refugió en la primera lugareña que encontró. Me dió pena verle así pero, me sobrepuse porque estabas conmigo. Y a tu lado no hay gigantes que puedan hacerme frente, no hay ogros que me detengan, ni medusas que me paralicen. A tu lado todo es mágico, todo es nuevo y todo está bien.
Tus ojos se cruzaban con los míos y todo el mundo se detenía. Todo cobraba sentido y otra vez estabamos en aquel cumpleaños. Donde bailabamos por primera vez y también por primera vez no besabamos.
A tu lado camino feliz, camino segura. A tu lado todo es real y no quiero despertar...
Hace más de dos semanas que estoy oficialmente maldita. Se estropeo mi portátil, se estropeo el monitor de mi ordenador de sobremesa, enfermé, enfermaron los duendecillos, se canceló la fiesta de cumpleaños del Unicornio, no pude comprarme los bolsos tan chulos que vi, pase Semana Santa en casa, estoy estresada...
Magia negra que le dicen. Meigallo. Y todo a raíz de haber contactado con una bruja troll hacía muy poco.
Nunca mais.
Afortunadamente no todo es malo y Cositaseria, me ha premiado y eso me pone muy feliz y me levanta el ánimo a 200%.
=)
a) Exhibir la imagen del sello. (Done)
b) Colocar el enlace de la persona que te lo ha regalado.(Mira arriba)
c) Elegir 10 personas para pasárselo.(10 Mare meua! Creo que si llego a 5 me doy por satisfecha)
d) Escribirles un mensaje en su blog para comunicarles el premio.
Hace poco hablé de mi Unicornio. Del amor que siento por él, de la estabilidad y otras cosas más.
Hoy no hablaré de él. Hablaré de que por enésima vez necesito un malote. Un centauro. Un ser pasional, impulsivo, dominante, salvaje.
Los centauros son seres fascinantes. Sólo responden a sus instintos y escudriñan el cielo buscando respuesta y guía a sus actos. Los que logran dominar su apetito sexual y su violencia, son muy sabios pero, no son esos los que me interesan.
En mi vida ha existido sólo un centauro y muchos sátiros. Los sátiros son simples bufones. El centauro asusta por su apariencia bruta y tosca y por como exhudan su salvaje sexualidad por cada centimentro de su piel. Son violentos, aman con pasión y furia, y lo dan todo de si pero, también son inconstantes y volubles. Mi Centauro sabía poseerme con furia y con ese salvajismo que sólo el poseía. Donde sea, como sea. Era un animal salvaje y eso me gustaba de él.
Añoro su voluptuosidad, su pasión, su desenfreno, su furia. Lo añoro y lo deseo y mientras tanto espero que mi Unicornio se transforme en Centauro.
Hoy estuvimos juntos otra vez. No podía creer cuanto tiempo había pasado sin que sintiese esos brazos estrujándome y dejandome sin aliento, esa respiración en mi cuello, esos labios ansiosos buscando los míos, esos ojos rasgados, esa nariz larga y esa sonrisa que se incrusta en mi pecho y no quiere salir más.
Hoy estuvimos juntos como hace tiempo y mientras caminabamos de la mano caí en la cuenta que quería que durase para siempre. Que tus manos me daban una energía inusitada y nueva y que sentía que quería estar contigo siempre.
Y jamás soltarte.
Y no despertar más.
Pero, he despertado y no estás aquí. Y otros labios me han besado y otros brazos me estrujaron y sólo me queda soñarte nuevamente y oir tu voz cuando hablemos de cosas sin sentido por teléfono.
Le había visto en sueños y me había enamorado de él. Fue entonces cuando decidí que había de buscarle costase lo que costase.
Le busqué y creí hallarle en todos aquellos que se me acercaban pero, ninguno era como él. Ninguno tenía esa mirada pura, ni ese porte majestuoso, ni ese andar elegante, ni ese cuerno prominente. El unicornio del que me había enamorado era único y no había otro como él. A decir verdad no había ningún unicornio en millas a la redonda. Todos los que se habían acercado a mi habian tratado de parecerse a mi unicornio pero, tan sólo eran humanos o en el peor de los casos caballos sin stud.
Los unicornios son animales mágicos que desprenden un halo de pureza. Dicen los estudiosos que sólo se dejarán montar por una doncella que se encuentre sentada a la sombra de un roble.
Había pasado muchos años y muchas relaciones buscando a mi unicornio hasta que un día cansada ya de buscar me asenté en una vida gris, lejos de los bosques y de toda magia. Y fue entonces cuando le ví, al otro lado del reflejo de un estanque. Poco a poco fue acercándose a mi, con su andar elegante, con aquella nobleza en la mirada, con esa pureza tan hiriente.
Me acerqué también a él. Le acaricié el lomo. Era tan suave y tan blanco que enceguecía y hería mi vista.
Le miré a los ojos y me perdí en ese pozo sin fondo de sinceridad y pureza.
Le besé en la frente y temblorosa dirigí mi mano a su poderosa cornamenta. Estaba nerviosa.
De pronto me dí cuenta que su hermoso cuerno no era más que un enorme cucurucho de helado. Más, no me importó. Me había enamorado y además yo tampoco era una doncella.
Veo a través de la ventana y el cielo, nuevamente gris es lo único que me indica que aun estamos en invierno. El pijama que llevo puesto es un pantalón corto de verano y el calor que me invade no es propio del clima actual.
Bebo lentamente un poco de zumo de naranja del frigorífico. Trato de despejarme. Enciendo un cigarrillo y lo apago. Bebo una taza de café. Me siento a ver las noticias. Nadie parece hablar de la muerte de mi corazón ni del creciente conflicto entre mi cerebro y el desenfreno de mi sangre hirviendo.
Tengo ganas de ver la primavera. De sentir el olor a tierra húmeda y del inicio de rituales para encontrar pareja antes del verano.
Si yo ya tengo pareja pero, no quita que me guste apreciar con deleite las nuevas colecciones.
The stranger sang a theme From someone else’s dream The leaves began to fall And no one spoke at all But I can’t seem to recall When you came along Ingenue
Ingenue I just don’t know what to do
The tree-lined avenue Begins to fade from view Drowning past regrets In tea and cigarettes But I can’t seem to forget When you came along Ingenue
This skin was entirely made by vintage.veggie. Resources used have been credited, strictly no
touching any of the credits. Basecodes were done by me as well.